Si bajas un poco la guardia y empiezas a escucharte, te sorprenderá lo duro que puedes llegar a ser contigo mismo.
Trata de imaginar que le hablas así a un compañero de trabajo o un amigo ¿cómo crees que se comportaría contigo?
Sé más amable con aquella persona que estará contigo el resto de tu vida ¡Tú!
Son muchas las frases que te dices y no te aportan nada bueno pero estas cinco necesitas eliminarlas hoy mismo.
- No puedo hacer esto
Ya no te digas más que no puedes, eres capaz de cualquier cosa que te propongas y a la cual le pongas empeño y dedicación, cómo aprender un nuevo idioma, conocer un nuevo país, leer una cantidad de libros extraordinaria, comenzar a hacer ejercicio o aprender a cocinar.
Solo tienes que comenzar y no rendirte ante la primer adversidad, porque tú si puedes.
- No lo merezco
Todo lo que tienes ha llegado a ti por tu trabajo y actitud, te lo has ganado, por algo es tuyo. Disfrútalo y agradece.
- No soy suficiente
Tus atributos te hacen único y auténtico puedes trabajar en cómo sacarle más provecho a ellos pero no necesitas de nada más para lograr tus metas y ser feliz.
- No vale la pena intentar
Tus habilidades pueden hacer de esa oportunidad una posibilidad, la cuestión está en intentarlo y si finalmente no te gusta te quedará la experiencia vivida.
- He fallado demasiado como para volver a comenzar
Acepta tus fracasos, asúmelos y toma responsabilidad de ellos, pero no los uses como excusas para rendirte, sino como razones para armar un nuevo plan.
Encuentra mejores discursos para hablar contigo y cosecharás mejores resultados en cada uno de tus días.
Lo primero que debes hacer es darte cuenta de lo que te estás diciendo, hacer un alto y cambiar este discurso por frases positivas y productivas, haz la prueba y comparte tu experiencia con otros.
Luz Stella Solano M.