Uno de los mayores obstáculos que encuentran las personas para expresar sincera y abiertamente el amor es la errónea idea de pensar que solo podemos amar a quien se lo merece, y que existe un cierto grupo de personas que no merecen ser amadas, cuando en verdad no existe alguien o algo que no merezca ser tratado con amor.

Todo sucede por amor

Todo lo que existe y sucede es por amor, el universo ha sido creado por amor, del amor salimos, en él vivimos y hacia él vamos. Dios es amor, es luz, es todo lo que hay, no hay nada que esté fuera o que se le escape, entonces nosotros somos parte de Dios.

Desde esta comprensión todo es Divino y perfecto, todo cuanto vemos, olemos y tocamos es sagrado, existe por alguna razón y tiene una función y un propósito. ¿Cómo podría entonces existir un ser que no merezca amor?

Todos queremos alguien que se interese por nosotros, que nos elija entre la multitud, que nos recuerde, a quien le importemos mucho, con quien podamos contar y que nos hace creer que somos muy importantes. Esta es una súplica que guardan todos en lo más profundo de su corazón, el mayor anhelo que posee el ser humano.

El amor es lo que le da sentido a la existencia humana, el móvil principal del corazón, el motor que lo impulsa a la acción, lo que le da significado a la vida y lo llena de alegría. El amor es el refresco del cuerpo y el alimento del alma, es lo que nutre la conciencia y libera la mente.

El amor es comprensión

Pero, por encima de todo el amor es comprensión, por eso resulta tan importante, porque es el sustento de toda relación. Ninguna relación sobrevive sin amor, toda vida se marchita y desaparece sin amor, nada ni nadie puede existir en su ausencia.

Desde el amor podemos comprender al otro, cada uno conoce sus propios sentimientos, pero no los del otro, podemos compartir la risa con otros, llorar con su tristeza, alegrarnos con su felicidad, o inquietarnos con su preocupación, sin embargo, ninguno puede experimentar exactamente lo que está sintiendo la otra persona, lo que le impulsa a actuar como lo hace y a sentir lo que siente.

Sentimientos ajenos

Cada quien sabe por qué hace lo que hace, yo desconozco lo que otros sienten y piensan, sin embargo, lo que nos une, lo que nos identifica y nos permite acercarnos más al otro, es el amor, no puedo sentir lo que sientes, pero puedo amarte y aceptarte independientemente de que te comprenda o no.

Las personas a veces actúan de forma tan contraria a nuestras ideas o a lo que esperábamos que hiciera que quedamos atónitos, grata o tristemente sorprendidos, pero lo que nos mueve y nos impulsa a aceptarlos a pesar de la diferencia de criterios es el amor.

Cuando amas verdaderamente al otro lo aceptas aunque no comprendas lo que hace, porque estás sostenido no por tus ideas, por una opinión o un gusto personal, sino por el amor que te permite aceptarlo y comprenderlo.

Si para que ames a alguien es necesario que se comporte como a ti te parece, debe hacer, decir o actuar según tu código ético, y cuando se sale de allí lo cuestionas, criticas o juzgas severamente, entonces, ¿qué clase da amor es ese?

El amor otorga libertad, en su ausencia toda relación se vuelve dependiente, generando comportamientos egoístas y controladores, que precisan imponer y dominar para sentirse bien.

Caminos diferentes

El verdadero amor se da generosa y respetuosamente, sin importar los comportamientos ajenos, es cierto que algunos de ellos pueden resultar inaceptables para nosotros, sin embargo, esto no es justificación para el maltrato, el rechazo, el insulto, la crítica o el juicio; con que exista un camino al diálogo cuando es posible, o la decisión de crear distancia y abrirnos a recorrer caminos diferentes, es más que suficiente.

Cuando nos queda imposible continuar juntos por cualquier razón, está bien, cada uno debe seguir adelante, pero aún en la distancia y el silencio puede sobrevivir el amor, se puede amar a alguien, aunque no quieras estar a su lado, se puede comprender que lo que hace no encaja con nuestros criterios personales o códigos éticos de comportamiento, se puede respetar y tratar con amor al que no sabe amar, porque justamente por su incapacidad de amar es que más lo necesita.

Una persona equivocada, desorientada o incluso perdida en la vida, llena de rencores, violencia, envidia o cualquier otro sentimiento negativo, no solo merece ser amada, sino comprendida porque es quien verdaderamente lo necesita.

Aquellos que hieren a los demás con sus insultos, cada vez que levantan su voz, en lo más profundo de su corazón claman por un poco de amor. Quienes desprecian, atacan e incluso maltratan al ser amado, no lo hacen porque sean malos y no merezcan amor, sino porque o jamás lo han recibido o no fue suficiente para ellos y se han sentido poco o nada amados.

Infancia dolorosa

Un niño maltratado será un adulto maltratador, no por maldad sino por ausencia de amor, un niño que crece en un medio hostil, violento, en medio del irrespeto y el odio, difícilmente podrá ser un adulto que respeta y ama naturalmente, pero, eso no significa que no merezca amor. No sabe dar amor porque no lo ha recibido nunca, no sabe respetar porque desde su tierna infancia vivió el irrespeto, creció en medio de los gritos, los golpes y todo el sufrimiento que esta situación produce a cualquier persona.

Estas personas a pesar de su comportamiento agresivo y violento merecen ser tratadas con respeto y amor, con toda la compasión que pueda brotar de un corazón generoso que comprende el daño tan grande que sufrieron a lo largo de su vida.

No es tarea fácil dar amor incondicional a las personas que tienen comportamientos diferentes a los nuestros, pero no es imposible, si la vida colocó en nuestro camino un ser de estas condiciones no es para que lo continuemos maltratando, ya suficiente maltrato ha recibido, sino para que tengamos la oportunidad de aprender a no juzgar a los demás, apoyarlos en la medida de las posibilidades, o alejarnos de manera silenciosa y respetuosa.

No estás obligado a compartir el mismo espacio o continuar al lado de una persona agresiva, menos aún si lesiona tu integridad personal, no tienes que soportar maltrato alguno, tienes el derecho de alejarte, de abrirte un camino diferente, pero sin caer en el mismo error ni responder de igual manera.

Comprende que hace lo mejor que puede y sabe, que no se comporta de forma diferente porque no tiene la capacidad de hacerlo, que es un ser divino viviendo una experiencia humana difícil y dolorosa, porque no existe en el mundo sufrimiento mayor que ser incapaz de amar y de ganarse el amor de los demás.

Quien no sabe amar se hace odiar, sus acciones violentas disparan en los demás la rabia, el instinto de defensa y el rechazo, pero estas personas son solo seres humanos que se comportan erróneamente porque acumularon una gran cantidad de dolor emocional que pesa sobre ellos y no les permite ser diferentes.

Destino triste y doloroso el de aquellos que se niegan a dar y recibir amor, no hagamos de sus vidas una cruz aún más pesada de la que ya tienen, recuerda que cuando alguien parece que merece menos amor, cuando más lo rechaza, es cuando más lo está pidiendo a gritos.

Seamos de aquellos que van por la vida sembrando semillas de amor y paz sin importar a quien, el sol alumbra cada mañana a todos sin discriminación alguna, el agua refresca por igual sin pensar quien merece o no calmar su sed.

Luz Stella Solano M.

—————–

Gracias por leer este artículo, si fue de tu agrado por favor regálame tu valioso comentario que no solo me sirve de inspiración para continuar escribiendo, sino que alimenta el corazón de otros y los impulsa a leerlo.

Si quieres profundizar más sobre estos temas en el club mente en paz podrás disfrutar de cursos llenos de una información sabia y muy profunda que te ayudará a transformar tu vida y a mejorar las condiciones de tu entorno. También tendrás a tu disposición mucho material escrito como ebooks, meditaciones, reflexiones y mucho más.

Club Mente en Paz

Exclusivo Club diseñado para la Transformación del Ser.

Recibirás sabiduría e información que apoya tu Paz Interior.

Quiero pertenecer al Club
Ir al contenido