Depender de la opinión ajena es una de las más grandes calamidades en la vida de cualquier ser humano, lo convierte en esclavo de otros y lo aleja totalmente de sentirse a gusto consigo mismo y de ser una persona autorealizada y feliz.
La autorrealización
Se define como la consecución satisfactoria de los deseos o sueños personales por medios propios, mediante el esfuerzo y la fe en sí mismos.
La autorrealización es esa capacidad de guiarse por el propio criterio, con la certeza de que cada momento que se vive se hace a conciencia y, cada evento que sucede es una elección personal y libre, sin desperdiciar el tiempo culpando a otros por sus errores o sus propias faltas.
Una persona realizada no se escuda ni pretende tapar sus fallas o decisiones equivocadas en situaciones ajenas tales como: las catástrofes del mundo, las crisis económicas, o decretos del gobierno. No depende de nadie en lo referente a su autovalía personal o su propia identidad.
Es aquel ser que comprendió que todos los sucesos de la vida de una persona han sido creados desde el mundo interno, sabe que solo escuchamos aquello para lo que estamos preparados y solo recibiremos lo que en este preciso momento nos corresponde recibir.
Esa preparación proviene del mundo interno, de su relación con Dios y con el mundo que le rodea.
Mundo interno
Nuestro mundo interior es diferente del mundo exterior, está hecho de nuestras emociones y sentimientos, de las creencias e ideas con las cuales decidimos alimentar la mente, por lo tanto, es bien diferente para cada uno. Para desarrollar una verdadera confianza en sí mismo cada ser humano deberá aprender a hacerse cargo de lo que piensa, de cómo reacciona y de cómo se comporta.
En el fondo todo ser humano sabe perfectamente que es un ser único y singular. El desarrollo de nuestro mundo interior implica asumir una total responsabilidad de lo que somos, eliminando el interés o el oculto deseo de culpar a los demás de nuestras condiciones de vida.
Los seres humanos que se rigen desde dentro confían en sus propias señales internas y huyen de la necesidad de estar buscando en quien apoyarse para tomar decisiones. Aprenden a evitar el deseo de aprobación de los demás.
Uno de los aprendizajes más importantes para todos es el de asumir por completo la responsabilidad de lo que pasa en nuestro interior, ya que el mundo interno es el director y creador de lo que sucede en el externo. Es un claro reflejo de la realidad interna, por lo tanto, comprender que somos los únicos capaces de controlar el mundo interno es un paso trascendental en la evolución humana, que le transforma la vida por completo.
De dicha comprensión se desprenden todos los eventos y situaciones que el individuo deberá enfrentar a lo largo de su existencia.
No obstante, no podemos negar que en el mundo se dan muchas circunstancias sobre las que no tenemos control alguno, sin embargo, aunque no dependan de nosotros, hacernos correspondientes con ellas si lo es y, la respuesta que a ellas damos es algo absolutamente concerniente a nuestro fuero interno.
La autoconfianza
La autoconfianza se define como el desarrollo del mundo interno, nadie que carezca de conexión interior y aceptación de sí mismo, podrá tenerla.
Veamos algunas características que diferencian a las personas que han desarrollado su mundo interno, frente a las que aún no lo han hecho:
Mundo Interior Desarrollado | Mundo Interior Ausente |
Acepta | Se queja |
Se disculpa | Reprocha |
Asume sin buscar culpables. | Culpa a los demás y a sí mismo. |
Se siente a gusto consigo mismo. | Busca la aprobación de los demás. |
Vive satisfecho de sus acciones y decisiones. | Trata de inspirar lastima y busca caerle bien a los otros. |
Agrada y es alegre. | Manipula con el pesar y la culpa. |
Respeta | Juzga. |
Actúa | Reacciona. |
Quien no consigue interiorizar este concepto básico, estará inevitablemente condenado a vivir una vida llena de reproche y censura.
Todos vivimos una vida privada, tenemos un mundo interno al que nadie tiene acceso, dialogamos y compartimos continuamente con esa persona que está dentro de nosotros, que nos conoce muy bien, que siempre sabe cuándo estamos mintiendo o exagerando, cuando estamos engañando a los demás, en ese mundo interior se haya la clave para llegar a ser una persona realizada.
Liberarnos del dominante ego que nos impulsa a buscar culpables por todo lo que nos sucede y a sentirnos víctimas de las circunstancias, es un paso inevitable para llegar a la confianza plena en nosotros mismos.
La confianza está muy ligada a la autorrealización, no se puede llegar a ella sin previa limpieza de dudas y temores acerca de la persona que somos, sin sentirnos verdaderamente confiables tanto para nosotros mismos como para los demás.
Saber que somos seres confiables nos hace sentir tan bien, que automáticamente nos conduce a la plenitud de la vida, confiados en el mundo que nos rodea, seguros de que siempre vamos a lograr todo aquello que nos proponemos porque como seres transparentes y confiables siempre recibimos el apoyo incondicional del universo entero.
El bienestar fluye cuando confiamos en nosotros mismos.
Luz Stella Solano M.
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