Hoy dejo de sufrir y luchar contra aquello extraño o nuevo para mí, suelto el temor que me produce lo desconocido y serenamente permito que las cosas ocurran de forma natural sin esfuerzo ni tensión. Me relajo y permito que salga lo viejo y entre lo nuevo naturalmente, al igual que la respiración que bota el aire caliente y permite que entre aire fresco y renovado

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