Qué curiosa palabra es la paz. Todos hablan de ella y repiten frases como: “hay que luchar por la paz”, “quiero vivir en paz” o “solo quiero que me dejen en paz”.  Se ha hablado mucho acerca de la paz a lo largo de la historia; en las diferentes escuelas filosóficas, religiones y culturas, siempre se ha reconocido la importancia de la paz y de la necesidad que tiene la humanidad de encontrarla.

Sin embargo pese a ser una necesidad reconocida por todos, permanece presente en las personas la inquietud no resulta por todos, que los lleva a preguntarse ¿Qué es realmente la paz?, ¿Hay que luchar para alcanzarla? ¿Dónde se encuentra la paz?

El ser humano ha ensayado infructuosamente, muchos métodos y sistemas políticos, sociales, religiosos y culturales, además de diferentes tipos de oración, prácticas meditativas, ejercicios y actividades diversas, para tratar de alcanzar la paz, tanto la paz colectiva entre los pueblos, como la individual o personal que se da en el plano interno de cada uno. No obstante parece ser que hasta ahora nadie ha dado con una formula precisa o exacta que logre funcionar por igual para todos y cese la guerra y los conflictos entre las naciones y las personas.

Esto tiene una explicación simple “La paz como el amor, requieren de una profunda comprensión interior de cada individuo”, se da únicamente en el plano interno y se expresa en el exterior. Nace de la propia experiencia de la búsqueda de la verdad, donde la persona debe tener los recursos internos que le permitan hacer una perfecta aplicación de los principios de la Paz y del Amor Universal, de tal forma que pueda manifestarse de una manera natural, práctica y eficiente en todas las áreas de su vida personal.

Por esta razón la paz no es algo que pueda imponerse; es algo que nace en el interior de cada uno y se desarrolla de manera libre y voluntaria mediante la comprensión. No puede obligarse a nadie a estar en paz, mucho menos a tener paz, cada uno de manera individual irá poco a poco sintiendo internamente la necesidad de estar en paz, de tener paz, porque se llega a un estado de saturación interior del conflicto, de la lucha o la guerra y ya lo único que se desea y valora es la paz.

Entonces comienza a abrir su mente a la comprensión de que no se puede conseguir la paz luchando contra el mal, o tratando de imponer el bien, tampoco atacando a las personas agresivas o violentas, imponiéndola o exigiéndola.

Solo podrá tener paz aquel que se dedica a trabajar sobre sí mismo

y no sobre los demás.

 

La paz es algo individual y no colectivo, aquel que tiene paz en su interior, encontrará paz a su alrededor, pero inversamente, aquel que no tiene paz en su corazón, no podrá encontrarla en ninguna parte.

Algunas personas en busca de la paz, utilizan diferentes métodos de retiro o aislamiento, de relajación, oración, meditación o también tratan de distraer la mente con diferentes actividades recreativas o deportivas, lo cual es perfectamente válido y beneficioso para la salud mental de quien lo hace, y efectivamente ayudan a reestablecer los niveles de energía vital necesarios para sentirse bien.

Sin embargo esta paz es temporal, porque tan pronto la persona entra nuevamente en contacto con las situaciones cotidianas que lo confrontan, inmediatamente pierde su paz interior y vuelve a caer en estado de alteración. Esta significa que cuando realiza cualquiera de estas actividades su mente está en paz, pero no es dueña de la paz, solamente es transitoria, no es suya no le pertenece, lo que hace una gran diferencia entre: “Estar en Paz, o Tener Paz”.

Estar en paz es algo pasajero, que sucede algunas veces cuando la mente se relaja o se aleja para recargarse de energía; cuando se encuentra en lugares hermosos llenos de naturaleza exuberante; cuando comparte momentos alegres con personas tranquilas que respetan y no contradicen sus conceptos u opiniones; o cuando se retira en soledad para disfrutar de su propia compañía. Esa paz es transitoria, dura mientras se vive la experiencia.

Tener paz es bien diferente, es un resultado de un trabajo interno continuo y voluntariamente dirigido hacia adquirir la capacidad de mantener constantemente la paz interior, de adueñarse de su propia paz, sin permitir que nada ni nadie pueda quitársela. Requiere de un entrenamiento consciente, que lo lleva a comprender la vida y sus divinas leyes y a saber aprovechar todas las circunstancias que la vida presenta diariamente como herramientas para lograr la paz.

Toda circunstancia que represente algún nivel de dificultad, ya sea para la mente, los sentimientos, las emociones, o para controlar las reacciones del instinto, son valiosas oportunidades para aprender y entrenarse en el cultivo de la Paz interior.

El entrenamiento consciente, libre y voluntario en no alterarse por situaciones o eventos molestos, circunstancias difíciles y dolorosas, o eventualidades inesperadas, va conduciendo lentamente a la persona a ser dueña de su propia Paz, hasta que alcance un estado donde ya nada logra alterarlo ni robarle su paz, porque es propia y ya nunca le abandonará.

La Paz se puede desarrollar únicamente en el interior de cada uno, pero la suma de la colectividad de personas con paz interior, creara sociedades pacíficas y armónicas.

Aquel que desarrolla la paz en su corazón, 

siempre encontrará paz, en todas las personas

y en todos los lugares.

Luz Stella Solano Montes | Nueva HumanidadLuz Stella Solano M. 

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