El Camino
La vida desde el nacimiento hasta la muerte, es un camino que todos debemos recorrer en forma individual, cada uno con sus propios recursos interiores, con las cualidades y dones adquiridos y las expectativas e intereses particulares.
Nadie puede recorrer el camino por nadie, nadie puede vivir la vida por nadie, aunque todos necesitamos de los demás, porque ellos son los que nos proporcionan las vivencias, para poder aprender de cada una de las experiencias que vamos teniendo en el transcurso de la vida.
Saber cómo aprender de las experiencias; es conocer el camino a la felicidad. Descubrir y desarrollar los recursos interiores; es adquirir las herramientas que nos permiten transitar por la vida con resultados positivos. Recorrer el camino con felicidad, paz y armonía; es avanzar y crecer en la vida. Recorrerlo con dolor, sufrimiento y amargura; es estancarnos, limitarnos y hacer el camino más largo y tortuoso.
La experiencia vital es única y personal, porque Cuerpo, Mente y Espíritu también lo son. La estructura del cuerpo está conformada por materia orgánica que se organiza durante la gestación dando forma al cuerpo, al morir; ella se deshace convirtiéndose en lo que era inicialmente, materia orgánica.
La mente se instala en cada individuo, se manifiesta por medio de la personalidad y desaparece igual que el cuerpo, con la muerte, así, el cuerpo físico se convierte en la envoltura que necesita la personalidad para expresarse.
El espíritu perdura, no muere, es el que debemos cultivar, desarrollar y hacer nacer, crecer, he ahí que crecimiento interior y camino espiritual, son sinónimos de aprender a saber cómo obtener los mejores resultados y así avanzar en el camino a la felicidad.
Espiritualidad, crecer espiritualmente; es saber cómo obtener los mejores resultados para avanzar en el camino de la vida hacia la felicidad.
Ni la tarea, ni el recorrido son fáciles porque cuestionan y confrontan además de enfrentarnos con nuestro propio destino. Precisamente a eso se refiere la sentencia: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”. El pan es la sabiduría y adquirirla implica esfuerzo, constancia y compromiso. Sin embargo, cuando decidimos iniciar el camino, encontramos que los frutos se ven rápidamente y que el sendero se hace cada vez más amplio y liviano.
Gracias por todo su trabajo que llega a mi
Con todo gusto, gracias a usted por recibirlo y valorarlo. Bendiciones.