Corresponde a un conjunto de fenómenos que se repiten constantemente de forma natural, invariable y predecible, según las condiciones de cada lugar. Es una ley plana que se manifiesta dentro de ciertos límites vibracionales y que solo puede operar sobre el plano denso de la materia.

Estos fenómenos se basan en un enunciado simple: Todo lo que nace muere.

La temporalidad

Lo que nace es temporal, mientras que lo que no nace es eterno e inmortal, el espíritu no nace, es una creación perfecta de Dios, es su manifestación. Esta es una ley horizontal que se manifiesta dentro de ciertos límites de vibración, es decir que solo puede ejercer su función y sus principios actúan únicamente sobre el mundo material, sobre aquello que es temporal, que alguna vez nació y en algún momento tiene que morir, sin tener posibilidad de actuar verticalmente sobre alguna de las leyes superiores a ella o de mayor jerarquía.

Sobre ella actúan las otras seis leyes, siendo inferior a todas por ser la más densa y la que maneja las formas físicas de todas las especies vivientes, se la reconoce también con el nombre de La Madre Naturaleza.

En la Ley de la Naturaleza podemos reconocer simultáneamente todas las siete leyes, mientras que en las otras es imposible reconocerlas todas porque hay leyes inferiores que no pueden manifestarse en las superiores.

Actúa sobre los cuerpos físicos de todos los seres vivos; sobre la densidad de la materia donde se encuentran las vibraciones más bajas del universo. La importancia de tener un vestido físico dado por la Naturaleza para venir a vivir una experiencia física radica en que en la Ley de la Naturaleza reconocemos todos los procesos del universo y su organización.

Cuerpo físico

Es la ley encargada de proporcionar los cuerpos físicos y también de regular su mantenimiento, puesto que cuando se viola la ley de la naturaleza el cuerpo se enferma. Sobre el cuerpo físico es que se desarrolla la personalidad, es el que permite la experimentación en el mundo material para el desarrollo de la conciencia, sin cuerpo físico no habría ningún tipo de desarrollo espiritual.

Permite entonces que reconozcamos la importancia de la interacción entre el espíritu y la materia, porque el espíritu no podría evolucionar sino no existiera la materia sobre la cual actúa y desde la cual experimenta, siente, aprende y vive.

Organiza los átomos en moléculas, las moléculas en proteínas, las proteínas en células, las células en tejidos, los tejidos en órganos, y los órganos se estructuran para dar forma al cuerpo, manifestando la perfección de la naturaleza en la diversidad de los seres vivos.

Aquí comprendemos que necesitamos un cuerpo físico dado por la naturaleza porque sin él no podríamos tener un campo mental. El campo mental no es físico y se instala sobre el cerebro. No podríamos tener mente si no tuviéramos un cerebro físico que lo contenga, y para poder tener cerebro necesitamos el resto del cuerpo.

Sin la mente no podríamos hacer un desarrollo de conciencia, porque en el campo mental es donde se produce la comprensión de las leyes, que será asimilada por la conciencia y es la razón por la cual dentro de la Creación Divina existen el cuerpo físico y la Ley de la Naturaleza.

El cuerpo físico entonces es necesario para el desarrollo de la conciencia del Hijo de Dios. En el universo no sobra ni falta nada, todo es perfecto.

La Ley de la Naturaleza es una programación automática de origen Divino, contenida en los códigos genéticos de cada especie. Organiza la diversidad de los cuerpos, el tiempo que son útiles, los mecanismos para su reproducción, mantenimiento y protección, formando un gigantesco organismo viviente que se llama el universo.


Cada ser tiene su propio nivel de conciencia, experimentando en un cuerpo material


Los cuerpos contienen la conciencia que experimenta la vida y así comprendemos la razón del universo en un proceso de evolución hacia la perfección de la sabiduría, que toma muchas encarnaciones.

El instinto

Trasmitida por herencia en los códigos genéticos de cada especie, existe una programación automática llamada instinto, que no necesita de la conciencia del ser para existir. Su función principal es generar, mantener y defender la vida, controlando todos los procesos vitales. La reacción automática del instinto es simple y binaria, diseñada para no permitir la duda de posiciones intermedias. SI- NO – HUYO-ATACO – BLANCO-NEGRO – ACCIÓN – REACCIÓN – QUIERO – NO QUIERO – ME GUSTA – NO ME GUSTA.

Se manifiesta a través de los tres grandes reinos de la naturaleza, en la pureza, renovación constante, y en la perfección de su combinatoria y funcionamiento, que se basa en la reproducción y repetición de los procesos que mantienen la vida.

La Naturaleza es Perfecta y sus alteraciones son salidas de esta ley por una acción externa, que modifica el resultado de perfección normal de la naturaleza, dando los híbridos, las deformaciones, la contaminación y las enfermedades, lo cual sirve para reconocer la Ley misma y aprender de ella, siendo permitido este proceso por una Ley superior.

Las que llamamos enfermedades son solamente el resultado de las violaciones a la ley de la naturaleza; esto está permitido por la ley de correspondencia, porque necesitamos enfermarnos para reconocer que la naturaleza tiene un orden; necesitamos el dolor para saber que estamos alterando nuestro cuerpo físico. Se puede reconocer el orden a través del desequilibrio; es la razón por la cual podemos violar esta ley; el resultado normal es perfecto.

En nuestro próximo artículo de los sábados continuaremos profundizando más acerca de la Ley de la Naturaleza, por favor regálame tu comentario sobre este tema, es de vital importancia para retroalimentarnos y saber cuáles son tus intereses. Muchas gracias por compartirlo con otras personas.

Luz Stella Solano M

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