El ser humano en la cotidianidad de la vida se ve enfrentado a situaciones inesperadas que muchas veces suelen ser difíciles e incluso dolorosas, no obstante, a largo plazo, descubre que le impulsaron a realizar actos de valentía, a enfrentar con decisión momentos duros y a tomar acción que aunque fuera difícil le ayudaron a crecer y ser mucho mejor de lo que era antes.

Problemas

Las dificultades también reciben el nombre de problemas y se presentan en cuatro campos fundamentales en la vida del ser humano:

  1. Relaciones.
  2. Economía.
  3. Salud
  4. Adaptación.

Para resolver cualquiera de estos problemas es necesario renunciar al quiero. Sin embargo, este es un proceso lento en el cual se van adquiriendo las herramientas de la sabiduría universal que nos permita ir desplazando nuestra creencia de luchar por todo aquello que nuestro ego quiere.

Cuando venimos al mundo y tomamos un cuerpo físico, lo hacemos con un propósito definido que se llama evolucionar, es decir desarrollar la conciencia. Nuestro campo espiritual o esfera de conciencia tiene un cierto nivel de información acumulada a la cual llamamos la información del amor y la verdad, o de sabiduría. Pero este espacio aún no está lleno; necesita ser completado.

Completar este espacio es el único propósito de la vida; por eso el planeta tierra y el mismo universo sencillamente son un colegio que el Padre diseñó, dispuso y creó para todos nosotros, sus hijos. Para llenar el espacio que le hace falta a nuestra conciencia y completar la comprensión de amor, necesitamos algo muy específico y desconocido para nosotros; algo que todavía no hemos aprendido pero que el Universo conoce y ha sido diseñado por el Padre. Es lo que “necesitamos”.

Lo que queremos y lo que necesitamos

Lo que queremos ” ego ” resultado ” dolor y sufrimiento.

Lo que necesitamos ” sabiduría universal ” resultado ” aprendizaje – amor – paz –   felicidad.

Lo que necesitamos es totalmente diferente a lo que queremos; se oponen directamente. Por esta razón al ego se le llama el anticristo; se le llama la oscuridad, el demonio, Satanás, el diablo. Para que podamos comprender debemos quitarle la connotación de malo; no hay nada bueno o malo en el universo: solamente existe lo necesario. La oscuridad es necesaria para que podamos reconocer el valor de la luz. El ego está en contraposición con el propósito que nos ha traído al mundo: reconocer la verdad. Este proceso está regido por las leyes del universo.


Todo lo que necesitamos está dentro de la ley, todo lo que queremos está fuera de la ley.


Podemos definir el quiero como “todo lo que no tenemos”; y al necesito como “todo lo que tenemos”.

Necesitamos todo lo que tenemos porque son las herramientas que podemos utilizar para nuestro propósito de evolución llamado destino, que es desarrollar la conciencia. El destino es un diseño pedagógico que nos da la oportunidad de aprender lo que no sabemos; nos permite enfrentarnos con las cosas que no conocemos, igual que en el colegio con las materias que vemos por primera vez: aparentemente son un problema porque nos cuesta trabajo asimilarlas, pero en realidad son la oportunidad de aprender todo aquello que aún no sabemos.

Cuando observamos lo que queremos y no se nos está dando, vemos que ese es precisamente el origen de nuestra frustración, sufrimiento, angustia; de los cuatro problemas que producen en nuestra vida toda clase de desequilibrios internos.

Para lograr un cambio en nuestras vidas, debemos comenzar por renunciar a lo que queremos; dejar de luchar por todo aquello que la vida nos está mostrando claramente que no es para nosotros; todo aquello que se bloquea y que, aunque lo deseemos profundamente nunca lo hemos podido lograr y trabajar con todo aquello que necesitamos que es exactamente lo que tenemos.

Lo que queremos es justamente lo que no necesitamos y esa es la causa de nuestro sufrimiento. No hay otra causa de sufrimiento; este está sustentado en las cosas que queremos y no tenemos; como no aceptamos que no se nos den, no aceptamos las cosas difíciles que son nuestras experiencias. Por eso sufrimos.

Para salir del sufrimiento necesitamos aceptar todo lo que la vida nos da, como una oportunidad, y no querer cosas que no se dan, ni querer cambiarles la vida a los demás, dejando que cada quien viva su propia experiencia. De esta forma estaremos dentro de la ley.


Todos los seres humanos tenemos exactamente lo que necesitamos para ser felices, sin excepción, pero muy pocas personas lo valoran, lo agradecen y saben ser felices con lo que tienen.


Conocer el orden del universo, cómo funciona y sus Divinas Leyes, nos dará la comprensión que necesitamos para dejar de luchar por conseguir aquello que no tenemos y valorar toda aquello que ya tenemos; en ese momento nuestros problemas desaparecen. No podemos obedecer una ley desconocida para nosotros; ellas siempre han estado ahí, pero nosotros no nos hemos hecho conscientes de ellas.

Analicemos las cuatro áreas del desarrollo humano, a las cuales les damos el nombre de problemas:

Problemas de relaciones

¿Qué queremos? Que los demás cambien para poder sentirnos bien; que los demás actúen en la forma que consideramos que es correcta; que hagan todo aquello que nos parece bien y nos agrada; que sean como a nosotros nos parece que deben ser.

Un problema de relaciones se origina cuando queremos imponerles a otros un comportamiento diferente al que están manifestando. No nos agrada su forma de ser, de actuar, de expresarse ni lo que dicen; no nos sentimos bien con lo que hacen y los culpamos por nuestro malestar, sin darnos cuenta de que somos nosotros los que sentimos la molestia frente a las actuaciones ajenas, pero que en definitiva podríamos tomar la decisión de sentirnos de forma diferente. Nuestro ego quiere cambiar a los otros, para sentirnos bien.

Problemas de salud

Queremos llevar una vida que viola la ley de la naturaleza; no respetamos los ciclos de sueño y de descanso (acción – recuperación) que necesita nuestro cuerpo; le exigimos jornadas superiores a las que puede soportar; comemos alimentos poco nutritivos y algunas veces dañinos para nuestra salud; consumimos sustancias que la perjudican, como alcohol, cigarrillo, drogas, alucinógenos, alcaloides y muchas más, con el ánimo de buscar diversión, rechazando los alimentos verdaderamente nutritivos y necesarios.

Lo que nos causa un daño aún peor son nuestros pensamientos; no nos amamos a nosotros mismos; no valoramos nuestro cuerpo, lo criticamos y rechazamos constantemente. Este es el quiero en la salud.

Problemas económicos

Anhelamos unas condiciones económicas diferentes de las que tenemos; nos negamos a cumplir con funciones que nos desagradan; queremos un puesto diferente, una actividad distinta a la que venimos realizando; solamente hacemos lo que nos gusta, negándonos rotundamente a hacer cualquier cosa que no nos guste.

Queremos cambiar las actividades de los demás, porque no nos parecen, porque creemos que ese puesto, o esa empresa, o esa actividad no es para ellos, o sencillamente porque nos parece que deben ganar más dinero. En fin, siempre creemos saber qué es lo mejor para los demás. Este es el quiero en la economía.

Problemas de ubicación o adaptación

Queremos estar en un lugar diferente de donde estamos; queremos irnos para otra casa, para otro barrio, para otro país. Queremos que nuestra familia viva en un lugar mejor, que tenga una casa más grande; queremos que nuestros hijos estén en este o tal colegio, o en tal sitio, etc.

Siempre queremos cosas que no tenemos y originamos cualquiera de los cuatro problemas en nuestras vidas.

Darnos cuenta de que tenemos cosas muy valiosas, desde nuestro cuerpo físico perfecto, facultades mentales extraordinarias, habilidades específicas, un lugar dónde vivir, alimentos, ropa, personas a nuestro alrededor, un trabajo, sería iniciar un cambio en nuestra vida y comenzar a dejar atrás nuestros problemas.

¿Cómo sería valorar lo que tenemos y sentirnos felices? Cuando no somos felices con lo que tenemos, no hay nada ni nadie que pueda hacernos felices. La felicidad no es algo externo a nosotros mismos, no tiene nada que ver con el dinero, ni con lo que hagan o digan los demás.

Nuestra felicidad está únicamente en la capacidad de aceptar la vida como es y no como a nosotros nos parece que debería ser.

En renunciar a todo aquello que queremos y comenzar a valorar y disfrutar de todo aquello que tenemos.

No estamos hablando de no hacer nada; la vida solamente responde a las acciones, no responde a la inercia. Cuando queremos algo que aún no tenemos y al actuar, comenzamos a obtener resultados, la vida nos está mostrando que eso puede ser para nosotros. Puede ser que eso sea lo que necesitamos. Si obtenemos logros así sean pequeños, vamos avanzando en nuestro objetivo, aunque sea a un paso lento; debemos tener constancia y lograremos nuestro propósito.

Cuando la vida nos está mostrando continuos bloqueos para lograr algo; cuando cambiar una circunstancia determinada es imposible, porque no tenemos los recursos o no sabemos cómo hacerlo y por mucho que lo intentemos no se da, la vida nos está diciendo que dejemos de ser tercos y que nos adaptemos a esa situación por difícil que sea.

Hay una herramienta muy sencilla que nos permite reconocer si estamos valorando lo que la vida nos da. Se llama “la queja”; cuando nos quejamos de algo es porque no lo estamos valorando. Si nos quejamos de una relación, de nuestro cuerpo físico, de las circunstancias que nos rodean, del lugar que habitamos, del sitio donde trabajamos, de las experiencias que vivimos, es porque no los valoramos.

Comprender que todo aquello que tenemos es perfecto para nosotros, valorarlo y agradecerlo sin quejarnos de nada, es renunciar al quiero; es un paso indispensable y necesario para alcanzar la paz y la felicidad.

Gracias

Si ha sido de valor y te gustó este artículo puedes hacer tu comentario al respecto.

Esta secuencia te permitirá conocer sobre los fundamentos de la información de la Escuela de Paz Nueva Humanidad, provenientes del Maestro Gerardo Schmedling.

Luz Stella Solano M.

Si te gusto el artículo, déjanos tu comentario y comparte.

Leyes divinas que rigen el universo

Ingresando a esta página conocerás todas las leyes que rigen el universo y el efecto que producen cada momento, cada día en cada uno de nosotros.

Quiero conocer las leyes
Ir al contenido