De Regreso al cielo

El propósito de las relaciones con las demás personas es aceptarlas, apoyarlas, valorarlas, respetarlas y servirles con amor; de esta manera ayudamos a que se sientan mejor y puedan alcanzar su desarrollo espiritual al igual que nosotros.

El verdadero respeto va más allá de lo que indican las normas de los hombres o lo que conocemos con el nombre de ética. El respeto verdadero y total está ligado a la aceptación de las costumbres, creencias, comportamientos, decisiones, y a la función, misión y el destino de todas y cada una de las personas que habitan el planeta.

El respeto es uno de los más importantes principios de amor; es el que nos permite aceptar a todos los seres independientemente de la opinión que tengamos de ellos, de si estamos de acuerdo con sus creencias o no, de si nos agrada su aspecto físico, mental o emocional. Ninguno de estos aspectos puede servir para justificar la falta de respeto; todas las criaturas y seres vivos merecen ser respetados en su habitat, en sus comportamientos, costumbres y necesidades.