Señal 8. El Principio de La Retribución
La señal de retribución o ley de compensación es la que rige la ayuda física y material para que le llegue a la fuente correspondiente.

“Den a cada uno lo que le corresponde: al que se debe impuesto, impuesto; al que se debe contribución, contribución; al que se debe respeto, respeto; y honor, a quien le es debido.
Que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo ya cumplió toda la Ley”
(Carta a los Romanos 13:7-13:8)
La señal de retribución o ley de compensación es la que rige la ayuda física y material para que le llegue a la fuente correspondiente. Se sustenta en el equilibrio, éste es un principio inmanente del universo, es inseparable a su propia esencia. Es el principio que permite que a cada quien le llegue justamente lo que le corresponde. Ni más ni menos, sólo exactamente lo justo.
La vida es una ecuación matemáticamente exacta, recibes exactamente lo que das, alguien que tiene una pequeña capacidad de dar, igualmente tendrá una pequeña posibilidad de recibir, si das lo mínimo, lo estrictamente necesario, eso mismo será lo que recibas. Por lo tanto el principio del equilibrio es también algo que nosotros mismos generamos.
Este principio es fácilmente verificable. El Creador es quien tiene más, es quien maneja el universo entero, sin embargo, no le da un milímetro más de lo que le corresponde a nadie, no porque sea injusto o parcializado y quiera beneficiar a unos y perjudicar a otros, sino porque detrás de esto hay una sabia pedagogía, perfectamente diseñada para que nosotros, los hijos de Dios, podamos aprender y evolucionar.
Es cierto que para que haya un perfecto equilibro, es necesario que exista la reciprocidad entre el dar y recibir. Algunas personas piensan que la prosperidad es algo que viene como resultado de dar, y esto puede ser cierto, no obstante, pocas veces tenemos claro qué es lo que podemos o debemos dar.
Para que podamos lograr una comprensión más clara pasemos primero a definir los términos: Dar – Regalar – Ayudar. Aunque estos términos son muy conocidos y de uso cotidiano, la diferencia entre ellos es muy sutil, por lo tanto, se prestan con mucha facilidad a errores lamentables que traen grandes dificultades a la vida de las personas.
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