Abundancia y Prosperidad

 

Parece ser que es más fácil definir primero lo que NO es prosperidad, que tener un concepto claro de aquello que SÍ lo es, porque algunas cosas que definitivamente no son prosperidad están tan sutilmente disfrazadas que pareciera que lo son.

 

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Parece ser que es más fácil definir primero lo que NO es prosperidad, que tener un concepto claro de aquello que SÍ lo es, porque algunas cosas que definitivamente no son prosperidad están tan sutilmente disfrazadas que pareciera que lo son.

No es prosperidad:

  • Ganar mucho dinero
  • Gastar mucho dinero
  • Contar con ahorros crecientes y considerables
  • Hacer grandes inversiones
  • Tener muchos bienes a nuestro nombre

Entonces, ¿qué es prosperidad?

Es una experiencia radiante que se da en el plano interior, un estado mental que de ninguna manera está ligado al hecho de poseer cualquier suma de dinero o de bienes materiales. Puede ser que la prosperidad se relacione con la riqueza económica, pero aquella no es consecuencia de esta. Ninguna cantidad de dinero puede garantizar la experiencia de sentirse próspero y en cambio sí es posible serlo en prácticamente cualquier nivel económico que nos permita satisfacer por lo menos las necesidades básicas.

El mundo exterior es un reflejo del mundo interior y el ámbito físico es un espejo de la conciencia: nuestra vida refleja nuestros pensamientos. Cuando comenzamos a asumir la responsabilidad de modificar los pensamientos la experiencia de la realidad también cambia. Vivimos en un universo de infinita abundancia, pero estamos limitados por nuestras ideas y creencias sobre la realidad. Cualquier dificultad que tengamos con respecto al dinero y a la prosperidad es únicamente un reflejo de nuestros pensamientos negativos y creencias de limitación. La riqueza ilimitada llegará a nuestras manos cuando estemos dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar.

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