Pilar de La Sabiduría

Sabiduría es la forma correcta de ver la vida desde la verdad y el amor. Es una virtud que no puede ser trasmitida, pues requiere de la experiencia y la vivencia para que, por medio del aprendizaje que aportan los errores cometidos y sus respectivos resultados, vayamos adquiriendo paulatinamente comprensión, sencillez y habilidad para transitar por la vida en paz y armonía, con la certeza absoluta de que formamos parte de la perfección de la Creación y que siempre estamos asistidos y protegidos.

Es desarrollar la posibilidad de acogernos a la voluntad divina para que pueda ocurrir el milagro: convertir la vida en una maravillosa danza de paz, amor, abundancia, prosperidad y felicidad.

La sabiduría no es sinónimo de conocimientos; no se puede estudiar, tampoco se puede enseñar. Existen personas con muy pocos conocimientos académicos y tecnológicos que poseen una inmensa sabiduría; por el contrario, también encontramos personas con muchos conocimientos académicos, con una colección de títulos universitarios y una carrera profesional brillante, destacada, pero con muy poca sabiduría.

Si los títulos y la experiencia profesional no están respaldados por los sencillos principios de amor universal, de expresión de los valores internos y respeto total hacia todo cuanto existe y sucede, no servirán para nada, en ese caso estaremos frente a un excelente profesional con prestigio que alberga en lo más profundo de sí a un solapado, bien escondido ser frustrado y amargado, que posiblemente tiene mucho poder económico acompañado de muy poca calidad de vida, porque esta se logra únicamente por medio de la sabiduría.