Vivimos encasillados dentro de los límites de una identidad que nos fue dada por la sociedad, y si no nos liberamos de ella y aprendemos a volar por nuestra propia cuenta, nos privaremos de experiencias gozosas, de una vida mucho más plena y feliz.
Para ello hay que desarrollar la conciencia de que el cuerpo es un mero vehículo y yo “soy el ser” el conductor, quien toma la dirección y va a donde quiere ir.
Saber que la parte material, la forma humana es solo un cuerpo que temporalmente es habitado por el “Ser”, que es quien le da vida y anima la materia, pero no tiene la posibilidad de vivir de manera independiente, es finalmente la que determina la grandeza de la vida de un individuo, y le impulsa a lograr todo lo que se propone.
El Ser
Al ser le hemos dado diferentes nombres: alma cuando está habitando el cuerpo físico, espíritu cuando está desencarnado y conciencia que abarca todos los aspectos y se lo define como una energía consciente que da vida a la materia, que procesa, recicla y guarda la información y los aprendizajes provenientes de las vivencias.
El ser es el responsable de nuestras creaciones, pensamientos, palabras y acciones, es el que siente, desea, decide, entiende y guarda toda la información, el que contiene nuestros valores y talentos que terminan por dar rumbo a nuestra vida.
Ninguna de estas funciones es física, nadie podrá medir jamás lo grande o pequeño que puede ser un pensamiento, lo pesada que puede ser una tristeza, o cualquier carga emocional.
Los límites
Cuando el ser se identifica con lo que no es, con la parte física material, con la edad, el sexo, la condición social, el nivel académico, la cultura y religión o un lugar geográfico, se autolimita, se vuelve ciego espiritualmente y no puede ver el valor real de las cosas, tiene nublado el camino de regreso al cielo, no sabe cómo llegar a su propia paz interior.
La belleza interna de las personas pasa desapercibida porque los ojos están enfocados en lo físico, surgen entonces las críticas y conclusiones erróneas y apresuradas: ella está muy gorda, es demasiado viejo para hacer eso, ese muchacho es peligroso, mira eso tan feo que lleva puesto, como es posible que haga eso.
Emite juicios a priori que muestran una visión interna superficial, que terminan limitando la acción del ser, encajando la vida en un espacio estrecho llevando al individuo por caminos equivocados, lejos de la realidad espiritual.
La paz
No es posible vivir una vida plena sin que internamente se haya alcanzado el estado de paz interior, pues una es resultado de la otra. La semilla de la paz está en todos nosotros, no hay nadie que voluntariamente elija vivir en medio de la violencia.
Aunque muchos no se han dado cuenta, el estado de conflicto y desarmonía internos es como ir por la vida caminando por un campo minado a ciegas, lleno de temor por la certeza de que en cualquier momento una mina puede explotar y causarme mucho daño o destruirme.
La ausencia de paz hace la vida difícil y muy tormentosa, la mente se mantiene tan fatigada enfrentando miedos y creencias que se encierra en la prisión de la supuesta seguridad, que lo protege de sus fantasmas imaginarios.
Lógicamente los límites de esta prisión imaginaria son bastante estrechos y los barrotes que la rodean fuertes y muy pesados. La vida pierde su sentido, todo se hace pesado, complicado y peligroso.
Ante un panorama así, no es posible vivir en paz o ser feliz, puesto que, no hay nada que disfrutar, solo luchar para sobrevivir en un mundo hostil.
La libertad
La paz es el gran tesoro escondido que todos debemos rescatar, está escondida en las profundidades de nuestro ser, esperando por nosotros, es el baúl lleno de tesoros que se hundió en las profundidades del océano de la vida y que cada uno de nosotros puede traer a la superficie, abrir y escoger la joya que habrá de lucir radiante y serenamente disfrutar.
Cada uno tiene su propio tesoro escondido esperando a ser encontrado, también tenemos nuestro propio océano en el cual navegamos libremente o nos ahogamos tontamente.
Ciertamente la paz es el más grande y potente amortiguador de los problemas de la vida, los ablanda, los hace más livianos y especialmente ilumina la ruta para escoger el camino correcto ante cualquier situación.
Vivir en paz no es ausencia de problemas, es manejo sereno y acertado de ellos, sin alteraciones, vacilaciones ni temores.
Luz Stella Solano M.
—————–
Gracias por leer este artículo, si fue de tu agrado por favor regálame tu valioso comentario que no solo me sirve de inspiración para continuar escribiendo, sino que alimenta el corazón de otros y los impulsa a leerlo.
Si quieres profundizar más sobre estos temas en el club mente en paz podrás disfrutar de cursos llenos de una información sabia y muy profunda que te ayudará a transformar tu vida y a mejorar las condiciones de tu entorno. También tendrás a tu disposición mucho material escrito como ebooks, meditaciones, reflexiones y mucho más.

Club Mente en Paz
Exclusivo Club diseñado para la Transformación del Ser.
Recibirás sabiduría e información que apoya tu Paz Interior.
Quiero pertenecer al Club
Hola buenas tardes
No había podido leer sus mensajes, ya que me encontraba corta de tiempo y no habia sacado el rato para leerlos, muchas GRACIAS por enviarlos.
Tu tiempo es muy valioso por eso agradezco y valoro mucho que saques el rato para leer los artículos. Bendiciones.
La paz interior permite el control de mis emociones para tomar las mejores decisiones frente a situaciones que nos presenta la vida.
Lampazo interior se debe cuidar, proteger de los constantes saboteos que suelen presentarse en el día a día.
Si Wilson, es imposible tomar buenas decisiones cuando estamos alterados y hemos perdido nuestra paz interior. Solo en paz se ve más, se vive más y se acierta más. Gracias por tu valioso comentario. Bendiciones.
Gracias, realmente la mayoría de veces no sabemos manejar ciertas situaciones, estás palabras se vuelven importante en nuestro día a día
Si, así es. Muchas gracias por su valioso comentario. Bendeiciones.