Se describe la práctica de la observación no evaluativa, necesaria para desarrollar una auténtica comunicación en la que los interlocutores estén dispuestos a cambiar, como consecuencia de comprender empáticamente el punto de vista del otro.
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No se comprende lo que se juzga
La práctica de observar sin juzgar consiste en hacernos conscientes de la experiencia, momento a momento, en el aquí y ahora, sin la interferencia de juicios o reacciones mentales o emocionales.
No se comprende lo que se juzga. Para evaluar se requiere, un deber ser contra el cual comparar lo que observamos. Para comprender es necesario suspender, por lo menos provisionalmente, el patrón normativo de referencia, sin ningún proceso consciente o inconsciente de evaluación.
No somos lo que hacemos
Comprender sin juzgar es difícil, pero no imposible. En asuntos humanos el juzgar impide entender el punto de vista del otro. Si queremos lograrlo hemos de hacerlo sin juicios y, si este es imprescindible, debe realizarse sólo después de haber comprendido, no antes, y siempre acerca de la conducta, no del ser; es decir, sobre lo que el otro hace y no sobre lo que ES, mirando como distintos, aunque complementarios, al individuo y sus senti-pensamientos y acciones.
Escuchar desde la nada, desde el vacío, sin juzgar, es empezar a entender. Quien juzga no comprende porque está mirando la cuestión desde su propio punto de vista y no desde el del otro; tampoco cambia porque no se permite ver los otros ángulos del asunto pues se ha formado ya su propia una opinión.
La llamada comunicación transformadora o empática consiste en comunicarse con el interlocutor tratando de entender no sólo sus razones sino sus sentimientos, sin emitir crítica alguna. El propósito de los interlocutores es COMPRENDER la posición racional-emotiva de cada uno de ellos, no necesariamente tomar una decisión.
Muchas veces el solo entendimiento del mundo racional emotivo del otro produce cambios significativos en la relación, porque el proceso conduce no sólo a entender mejor el mundo en el que vive el interlocutor, sino que al hacerlo la propia forma de ver la situación también se modifica.
El proceso es el siguiente:
- Escuchar al otro sin cuestionarlo, buscando entender sus senti-pensamientos.
- Resumir lo escuchado, validando si la recapitulación es correcta a juicio del interlocutor.
- Opcional: decidir qué hacer.
Observar sin juicio no implica necesariamente que nos abstengamos de hacer evaluaciones, sino que mantengamos una separación temporal entre nuestras observaciones y nuestros juicios.
Aceptar a los demás
Una de las recomendaciones más poderosas para facilitar esta práctica, es aceptar a los demás tal como son. Esto puede implicar algo más que la pasividad que proviene de la simple resignación ante lo que no podemos modificar. Se podría convertir en complicidad, una forma de tolerancia activa, con la vida del otro mientras ella no perjudique a los demás. Tal vez sea este el modo más profundo y más bello de relación entre seres humanos que se aman.
Observar en forma no evaluativa, no sólo es necesario para comprender a los demás, sino también para aplicar la célebre y útil sentencia del oráculo de Delfos conócete a ti mismo pues nuestra evolución hacia formas más avanzadas de consciencia y de vida no se deriva de violentar nuestro ser, sino de comprender por qué hacemos lo que hacemos. Si no somos capaces de mirarnos sin evaluarnos, no podremos entender qué es lo que en nosotros acontece.
Al respecto dice el sacerdote jesuita Tony de Mello (1931-1986):
“Para crecer el único camino es la observación. El irse observando uno a sí mismo, sus reacciones, sus hábitos y la razón de por qué responde así. Observarse sin críticas, sin justificaciones ni sentido de culpabilidad ni miedo a descubrir la verdad, es conocerse a fondo. El observarte a ti mismo, es estar atento a todo lo que acontece dentro y alrededor de ti, como si esto le ocurriese a otra persona, sin personalizarlo, sin juicio ni justificaciones ni esfuerzos por cambiar lo que está sucediendo, ni formular ninguna crítica ni auto compadecerse. Los esfuerzos que se hagan por cambiar son peores, pues se lucha contra unas ideas y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que ellas se modifiquen por si solas una vez que comprendas su falta de realismo”.
Que el juez descanse
Dejemos que el juez descanse y tratemos de ser lo que somos. Esta comprensión surgida de la ausencia de evaluación, del no-juicio, puede ser profundamente transformadora de nuestros senti-pensamientos y actos. No necesitamos estar en permanente vigilancia sobre nosotros mismos para que nuestra conducta se ajuste a lo que creemos es lo ideal, Cuando nos miramos con curiosidad y amor, sin juzgarnos,
COMPRENDEMOS y al hacerlo somos capaces de cambiar sin gran esfuerzo de voluntad.
ALBERTO J. MERLANO A.
Administrador de Negocios de EAFIT. MBA Universidad del Valle. Consultor en Administración a Escala Humana con énfasis en Manejo de Conflictos. Profesor de las Facultades de Administración de la Universidad de los Andes de Bogotá y de la Universidad del Norte de Barranquilla.
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Excelente y una información valiosa que se hace preciso estar recordando. Gracias por compartir!
gracias señora Stella por tus publicaciones son muy valiosas y gratificantes .
Los comentarios y compartir de los lectores son alimento e inspiración para seguir adelante. Muchas gracias, bendiciones.
Muy buen documento debemos desprendernos de tanto juicio, tanto a nosostros mismos como para lo que nos rodea
Exitos
Muchas gracias por comentar. Bendiciones
Me gustó mucho. Y había leído sobre él observar sin juzgar, pero no tenía una explicación tan importante como este texto. Gracias.
Muchas gracias por compartir tu valioso comentario, así nos retroalimentamos y todos juntos crecemos más en conciencia. Bendiciones.
si queremos lograr el cambio nesecitamos de aprender estos conocimientos
yo por lo menos acabo de entender que si no aprendo a observar sin juicios no podre lograr una vida feliz
Definitivamente la fuente de la paz interior y la liberación del conflicto está en dejar de juzgar. Gracias por compartir tu valioso comentario que nos enriquece a todos. Bendiciones.
mil y mil gracias, demasiado importante, es un gran problema del ser humano, juzgar no es bueno. ya imprime y a repartir informacion a todos mis amigos
Muchas gracias Jairo por compartir esta información, también puedes enviar el enlace a tus contactos y con eso difundimos más la información. Gracias infinitas por tu apoyo. Bendiciones.