Hoy las lecciones de la vida algunas veces suelen ser difíciles pero, al agradecerlas recupero mi paz y me doy cuenta de que solo cosas buenas podrán venir de ellas, pues cada dificultad es un paso que me acerca más a la sabiduría y me permite avanzar con tranquilidad y confianza en mí mismo y en la vida. 

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