Hoy me lleno de humildad y valentía para aceptar mis errores y ser honesto con los demás. Aceptar que nos equivocamos engrandece el alma, debilita el ego y nutre la conciencia, el peso de un error negado agota, causa sufrimiento y aleja a las personas, mientras que uno aceptado y perdonado libera el corazón y da paz.

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