Hoy suelto el acelere, y realizo mis actividades con calma y atención. Advierto los detalles y placeres de la vida, y me dejo sorprender por la belleza del mundo que me rodea. Suelto la prisa por tratar de hacer muchas cosas y por luchar para conseguir más, cada día. Hoy es lo único que tenemos para ser felices.

Ir al contenido