Hoy sorprendo a alguien con un detalle inesperado. Planear algo bonito y positivo para hacer sentir bien a otro, sin motivo aparente, es un acto de inspiración que nutre el corazón de quien da, y de quien recibe. Cuando damos a otro, en verdad nos estamos dando a nosotros mismos, y ambos nos fundimos en la energía del amor y de la gratitud.

Ir al contenido