Hoy con el pensamiento atraigo lo positivo o lo negativo. Vigilo mi diálogo interno, pues todo lo que repetimos constantemente lo generamos en nuestra vida, incluso aquello que tanto tememos. Lo semejante atrae lo semejante. Me lleno de optimismo, fe y entusiasmo por la vida, y atraigo lo bueno y lo perfecto. 

Ir al contenido