Hoy controlo mi ego y mi deseo de llamar la atención, de hacer que mi presencia se note con acciones llamativas, palabras indolentes o gestos arrogantes, que solo logran que mi presencia sea desagradable para los demás y me rechacen. Las acciones nobles, la sencillez y la humildad, engrandecen a las personas y atraen el cariño y la admiración de otros.

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