Hoy quiero tan solo lo mejor, lo más elevado, aquello que me inspira y conecta con mi ser interior. No temo abrirme a recibir grandes milagros, fruto de mi nivel de conciencia.  Siento que soy digno y merecedor de lo mejor. Evito caer en el error de la falsa humildad que me impide aceptar lo que me corresponde por derecho propio.

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