Hoy relajo mi cuerpo y dejo descansar mi mente. Evito discutir por cualquier razón, si siento la tentación de responder o reclamar, respiro y me tranquilizo para poder hablar calmadamente y encontrar las palabras adecuadas, sin herir los sentimientos de los demás. Mi paz no es negociable, la conservo pase lo que pase.

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