Hoy me siento joven y muy vital, elevo mi conciencia y me doy cuenta de que no existe la edad, que puedo ser tan joven como el tiempo y tan viejo como la eternidad. Una vida plena y gloriosa no tiene edad, es un eterno presente, un renacimiento continuo que no envejece, ni se enferma, una paz que no termina jamás. 

Skip to content