Hoy es posible que mi propósito sea una utopía que no puede conseguirse, pero eso no significa que no deba soñarlo. Soñar es cruzar límites, es lograr que lo irreal se convierta en real, es actuar como si las barreras que me separan de mis sueños no existieran. La emoción de un sueño hace que todo sea posible.

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