Hoy las circunstancias no son las que controlan mi destino, sino mis decisiones y acciones. Frente a las dificultades la mayoría de las personas deciden quejarse y ponerse en posición de víctimas. Yo tomo una posición diferente, las enfrento cara a cara, sin temor y con la certeza de que tengo las capacidades necesarias para superarlas.

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