Hoy conservo la calma, consciente de que la irritación no soluciona ningún problema. La cólera perjudica la salud y agrava las cosas. Aunque los demás se alteren, me mantengo en paz. Pronto mi interlocutor recuperará la serenidad y podremos dialogar tranquilamente. Vivo en paz, pienso antes de hablar, escucho a los demás y respeto sus ideas.

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