Hoy evito discutir o permitir que mis emociones se alteren frente a las acciones de otros. Escucho con la misma atención que quiero ser escuchado. Hablo sin buscar ser el centro de atención. Algunas veces, la razón está de mi parte, otras no. Por lo tanto, discuto con serenidad, sin perder mi paz y sin agredir a otros.

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