Hoy perdono las ofensas y los comportamientos ajenos que me hirieron o me causaron algún daño. Perdonar es un ejercicio que requiere decisión, generosidad y fortaleza. Igual que al escalar una montaña, al inicio se ve difícil, pero paso a paso, al llegar a la cima, te llenas de ganas, de entusiasmo y energía, experimentando una gran libertad.

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