Estás en esta vida para ser feliz, tu misión es descubrir en el camino cuál es la manera acertada de vivir con aquello que te da paz, alegría y tranquilidad.
Suena simple pero se vuelve complicado cuando lo intentas, así que quizás necesites algunas reglas que te ayuden:
Regla #1: Haz las paces con tu pasado
De lo contrario te atormentará en todo el trayecto, será como llevar una carga muy pesada que te impide avanzar. Suelta cualquier cosa que hayas vivido, si lo estás contando es porque ya lo superaste, entonces ¿por qué sigues sufriendo por ello?
Regla #2: El tiempo cura casi cualquier cosa
Date el permiso de llorar, molestarte e incluso avergonzarte por las situaciones que te corresponda vivir, sin embargo no te quedes allí, ¡avanza!
Las personas se olvidan de aquello que hiciste, de pronto eso tan importante ya no lo es tanto y esa gran ausencia hoy pesa un poco menos.
Si te molesta hoy, no te preocupes y dale algo de tiempo, igual que todo también pasara.
Regla #3: No compares tu vida con nadie
Cada viaje es único, tiene sus desafíos, recompensas, giros y desaciertos que no puedes conocer a menos que lo hayas vivido.
No te toca a ti evaluar tu vida comparándola con la de alguien más, ni juzgar las decisiones de otros porque no has recorrido su camino. Cada quien vive sus propios tiempos y su propio ritmo. No porque alguien alcance algo antes o después que tu es mejor o peor.
Será más fácil conseguir la felicidad si empiezas a comprender al otro en vez de señalarlo.
Regla #4: Está bien no saber todas las respuestas
La dicha se encuentra en ir descubriendo cómo hacer las cosas, no necesariamente para saber las respuestas a cada interrogante sino para darle un sentido a tu vida.
Porque te puede pasar como a Mario Benedetti “cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”
No olvides que eres el único responsable de tu felicidad, nadie tiene el poder para hacerte sentir menos, tú decides cómo dejas que las situaciones te afecten o sirvan para tu crecimiento.
Luz Stella Solano M.